Santo Domingo. 23-11-20- Ramón Pimentel
Gómez, senador por Monte Cristi, pidió disculpas este lunes por los
desafortunados incidentes acaecidos en el destacamento de la Policía Nacional
de Loma de Castañuelas. Reconociendo que su actuación no fue la que se espera
de él, señala que no siempre es fácil actuar como estamos obligados, sobre todo
cuando se está sometido continuamente a una permanente presión las 24 horas del
día, los siete días de la semana, por parte de una población que recurre a
nuestra persona en procura de todo tipo de soluciones ante los problemas más
insospechados.
Nuestro espíritu de
servicio a la comunidad de Montecristi nos lleva a involucrarnos en situaciones
en las que siempre corremos el riesgo de dar un mal paso como fue lo sucedido
el pasado mes de septiembre. En el caso en cuestión intervinimos para tratar de
aclarar la situación de detención de un
joven que estaba siendo acusado injustamente de actividades delictivas que no
ha cometido. “Yo siempre he sido un
protector, no del tigueraje, sino de los humildes, de los hombres que no tienen
voz, agregó el legislador.
Sostuvo, que el
joven Carlos Mendoza “Tibiche” nunca había estado preso. Es la primera vez que
se ve en esa situación. Le impusieron presentación periódica y la está
cumpliendo sin nunca faltar a una de sus citas. Munícipe de Castañuelas se gana
la vida como barbero. Es hijo de Natividad Rivas, un hombre ejemplar, destacado
dirigente del Partido de la Liberación Dominicana.
“Tenga por seguro el
pueblo de Monte Cristi que su senador nunca ha intercedido ni intercederá jamás
a favor de ningún criminal o persona que no sea decente”, insistió
Pimentel Gómez.
Por ello “públicamente
queremos reiterar nuestras más sentidas disculpas a todos cuantos entiendan que
nuestro comportamiento les ofendió y, muy especialmente, a la sociedad de Monte Cristi, Policía
Nacional, Ministerio Público, miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM)
y de los partidos aliados que me apoyaron en el pasado proceso electoral.
Reconociendo con humildad nuestra equivocación, esperamos su comprensión,
comprometiéndonos a que hechos como los acontecidos, nunca más se volverán
repetir.
Soy un hombre sin
odio que sabe reconocer cuando hierra. Cuanto hicimos solo fuimos guiados por
el sentido de ayudar a uno de nuestros conciudadanos.
Desgraciadamente no lo hicimos como debiera. Por ello, ofrecemos a todos
nuestras más sentidas disculpas.
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